jueves, 5 de julio de 2012

Gracias.

Tú me enseñaste a ser fuerte. Nadie mejor que tú me enseñó cómo enfrentar e más duro de los caminos, cómo decirle a la vida que si se va, que lo haga, que si la muerte tiene que llegar tú la esperarás con una sonrisa.

Y ahora, en este mismo instante que la herida vuelve a abrir puedo decir que te he querido siempre y que te quiero más que nunca. Porque ya no hay barreras, porque te fuiste a instalar dentro de mi... y es que te dejaste olvidada una carcajada en mi corazón :)

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