No confundas "darlo por perdido antes de tiempo" con "no poder".
Lo primero es falta de voluntad, lo segundo, es haberlo intentado hasta no poder más

Soy adicta a soñar

Soñar contigo.

Cajas de secretos.

- Todo el mundo colecciona algo. Hay colecciones de todo tipo: relojes antiguos, botones, chapas...
- Vaya, ¿y tú? ¿Coleccionas algo?
- Sí.
- ¿Qué?
- Personas maravillosas.

Nadie tiene derecho a hacerte sentir mal por sentirte bien

¿Te cuento un secreto?

 Me han dicho que tengo aproximadamente unos ocho meses para acostumbrarme a tu ausencia, a hacerme a la idea de que no estás.
Tengo unas 245 oportunidades.
Pero, ¿Y si te quiero seguir teniendo para toda la vida?
por si acaso, te guardaré muy dentro, en el corazón.

Te quiero a poquitos, como si tuviera toda una vida por delante para seguir haciéndolo

La felicidad es gratuita

Ahora me doy cuenta de lo maravilloso que es saber que puedo pensar en ti todo lo que quiera y no me costará nada... puedo mirarte, suspirar, enamorarme que es completamente GRATIS :)

Momentos

La vida está hecha de momentos. Algunos más agradables que otros, momentos que fotografiamos, momentos que luchamos por olvidar, momentos que guardamos en un cajón de nuestro corazón.
Hay tantos tipos... y, curiosamente, no sabemos lidiar ni con la mitad de ellos. ¿Por qué nos disgustan tanto los momentos que no nos dejan un sabor a sonrisas? ¿Por qué?
Mientras trato de averiguarlo, intentaré convivir de la mejor manera que sé con los momentos que fruncen mi ceño, con los que crean ese cosquilleo en mis ojos previo a las lágrimas, con esos que nunca aparecerán en una fotografía. Y disfrutaré al máximo con todos los demás.

yo no creo en la pertenencia de las personas.
yo creo que lo bonito del amor es que es libre, y es esa libertad la que te permite, entre todas las personas del mundo, elegir a una y seguir haciéndolo todos los días.
que ahí está la magia : )

Pensamientos.

 "Ten pareja o no eres nada" Eso es lo que hoy en día parece transmitir la sociedad en la que vivo. Cuando tienes trabajo, amigos, familia... pero, estás solo, has fracasado. No has sido capaz de encontrar algo importante, algo esencial: el amor.
¿Y el amor por tus seres queridos como son la familia y los amigos? Casi es invisible. A tu familia, obligado. A tus amigos, ni siquiera mencionado.
Y quizá sea esta la razón por la que la gente se junta con otras personas y sencillamente, esperan a enamorarse, a que surja... y, si no lo hace, siguen adelante por no estar solos. Y realmente no lo están, porque tienen a su familia, a sus amigos... pero eso no les llena. Solo les llena una pareja que les digan lo guapos/as que están esa mañana, aunque realmente no lo piensen.
No queremos... nos queremos siendo queridos. Es un amor egoísta. No queremos a otra persona, a sus virtudes y defectos, a su sonrisa y su risa. Nos queremos demasiado a nosotros mismos y no dejamos espacio para que los demás nos quieran, nos entreguen ese amor que sienten por nosotros. Así que nos limitamos a tapar esa falta de amor con el sexo o juntándonos con otra persona que está igual de solos que nosotros... pensando que de esa forma, quizá, estemos menos solos. Pero nos equivocamos, pues simplemente somos dos personas solas que comparten momentos de su vida.

lecciones de la vida

 Perdona, sé que me tienes que enseñar a ser paciente, pero ¿No podría ser en otra ocasión?

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Te fuiste demasiado pronto, cuando yo aún no estaba preparada para perderte. Supongo que esa es la razón por la que mi estúpido corazón comenzó a latir por dos cuando el tuyo dejó de hacerlo.


te echo demasiado de menos, hoy.

La peor forma de echar de menos

 Cuando una persona desaparece de tu vida, la echarás de menos. Pero cuando sabes que además de tu vida, lo ha hecho del mundo, que ya no hay posibilidad de volver atrás, que solo quedan los recuerdos y el dolor...

esa, para mi, es la peor forma de echar de menos.
Y es la forma en que te echo de menos desde hace poco más de un mes.

Amor.

 Supongo que estoy preparada para querer, casi todo el mundo lo está. Querer a alguien es fácil. Poco a poco, con el roce descubres cosas maravillosas en las personas, quizá una sonrisa que te gusta más de lo normal, o una mirada pícara. Una caricia, un susurro que te haga estremecer. Y más, mucho más. Detalles, una llamada, una oreja que te escuche cuando no tienes ninguna más... incluso todas y cada una de sus imperfecciones que distinguen a esa persona de todas las demás. Todas esas cosas, hacen que querer sea algo sencillo, que cueste poco.
Pero.. ¿Dejar que te quieran? Depositar toda tu confianza en alguien, darle el "poder" de, de alguna manera, destruirte.. y tú, ciegamente, creer que no lo hará. Hacerle un hueco en tu vida, en tu día a día, en tu corazón. Dejar de quererte sólo tú para abrir un espacio a una persona ajena, darle un cajoncito de tu corazón. 
Eso, no es tan sencillo.

te has ido..

 Voy a guardar todas las sonrisas que me regalaste en una caja. Así, cuando ya no pueda más con tu ausencia, abriré mi cajita y dejaré que una de tus sonrisas me ilumine...

...y me calme el dolor.

imagina.

Simplemente quería resumir con una foto, 3 semanas de despetar. 22 días de lucha, de exposición de ideas que hasta entonces no habían sido escuchadas por una élite que gobierna, "para el pueblo, pero sin el pueblo", como hace tanto, tanto tiempo. 528 horas, que ya están haciendo historia, que han contagiado a otras ciudades, a otros países, que siguen crecenciendo, removiendo conciencias, despertando mentes, enseñando a sentir a personas que sólo habían aprendido a consumir, a ser sumisas, a aceptar su realidad sin siquiera cuestionársela.

Teorías.

 Pero qué difícil se le antoja a un niño pequeño aquello de pensar en el concepto de "tiempo", ¿Qué es el tiempo? ¿Cuánto es un minuto?¿Y una hora? Los mayores dicen que 60 minutos... pero, para él, una hora puede ser muchas cosas: lo que dura un globo antes de que lo pinchen, lo que tarda en terminarse ese bocadillo que con tanto amor le ha preparado su madre en la merienda, el tiempo que se pasa mirando fijamente a una mariposa que pasa por su lado, un partido de fútbol o tres clases de matemáticas... y todo es tan relativo. Una hora puede ser un minuto, o una eternidad. El tiempo dura lo que a ellos les parece que dura: unas veces, es algo efímero, otras infinito. Unos relojes parecen estar en una carrera y avanzan tan deprisa como pueden, y otros, en cambio, parecen personas mayores a las que se les está agotando la vida y dan sus últimos pasos.
Pasan muchos años, muchos veranos interminables, eternas clases de colegio o instituto, infinitos partidos de fútbol, primeras tardes con tus amigos, solitarias tardes en las que el tiempo parece no correr, cumpleaños que tardan milenios en volver a pasar... hasta que por fin llegas a comprender el concepto de tiempo. Y es ahí, justo ahí, cuando éste comienza a acelerar y en apenas un suspiro, la vida se ha pasado. Todo aquello que, cuando eras un niño parecía tan lejano, ha pasado. Millones de anécdotas a tu espalda de las que apenas guardas un recuerdo de cómo sabían...

Quizá, me gustaría volver a ser una niña, y ver como la vida, es tan infinita.. que nunca llegaré a ver su final.

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Quizá en un principio, con el fuego del momento te expresas y no te das cuenta de lo que hay más allá de ti. De las personas a las que puedes haber ofendido sin de verdad pretenderlo, porque el fuego ha consumido momentáneamente tu valor más preciado: el respeto. Aunque no compartas los demás, deberías estar por encima de ellos y ser capaz de "pasarlos por alto" para que prevalezca el que forma uno de tus pilares fundamentales.
Pero siempre te resulta más complicado cuando ves como tus derechos se van a ir consumiendo rápidamente, como no se les van a tener en cuenta, como van a quedar por debajo de intereses económicos que mueven el mundo y, en especial, su mundo. Y te da rabia, porque no eres de los que se conforman, de los que ven como su mundo se hace pedazos y se quedan parados. Porque a ti te gusta luchar por lo que crees que es fundamental, y, en este país, con esta ley electoral... todos tus derechos se convierten en sueños que dejas atrás al despertar cada mañana.
Hace poco que las personas han abierto los ojos, que han querido seguir luchando por esos sueños y no seguir dejándolos en la almohada cada mañana. Y espero que no decaiga. Que continúe. Que llegue a buen puerto y no tenga que sentir que en vez de adelante.. caminamos hacia atrás.

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 Quedarse con las apariencias porque no hay nada en el interior que merezca la pena.

Atrapa-sueños.

 Atrápame a mi también y conviérteme en el sueño de algún soñador.

¿Puede alguien explicarme...?

Hace algo más de 4 años que nos conocemos. Hay algo más del 1001 recuerdos.
Demasiadas experiencias en común, ilusiones, rechazos, risas, lágrimas..
Y aún no soy capaz de explicarme a mi misma como puedo sentirme más incómoda contigo que con cualquier desconocido. Cómo puedo sentir que no siento nada cuando hablo de ti. Cómo pueden estar tan vacías las palabras entre tú y yo.
precisamente, entre tú y yo.
Me duele, pero, ¿Qué más puedo hacer?

Buenas noches, señor, que le vaya bien..

Pequeñas experiencias

 Tres días han sido más que suficientes para cogerles cariño, para echarles de menos ahora que no les voy a volver a ver, para sentirme querida... 15 pequeñas personitas me han recibido durante estos tres días, al principio con timidez, pero luego con cariño e ilusión.
Han sido intensos, agotadores, distintos, estimulantes, me han servido para darme cuenta lo mucho que te pueden agotar y cuánto cariño te pueden aportar.
Hoy he salido por la puerta con miles de anécdotas, con 12h intensas a mis espaldas que guardaré con todo el cariño del mundo, junto con sus pequeñas caras, sus sonrisas, sus travesuras y sus abrazos llenos de cariño. Se que voy a echar de menos esas vocecitas preguntando, demandando o contándome algo en su lenguaje aún ininteligible.. :)
Kike, Amira, Ariana, David, Vero, Sami, Shelvi..  

you've make me weak

Quizá mi cuerpo nunca te haya echado de menos. Ni a tu perfume, ni a tus caricias, besos ni a tu forma de mirar.
Pero, todo lo que sentía por ti, todo ese cúmulo de cosas maravillosas que pintaban los días de colores y dibujaban esa preciosa estúpida sonrisa en mi cara... todo eso sí. Te echaban de menos desesperadamente. Y te fueron a buscar, ¿sabes? pero jamás han sabido encontrar el camino de vuelta. O es que te encontraron y se quedaron allí, donde pertenecen. Dejándome a mi así, vacía. completamente, vacía.

FIND IT!

Cuanto menos deseo buscarte, más ganas tengo de encontrarte.

Un día si, otro también.

Estás ahí, como siempre. Pero nada es igual. Todo ha cambiado. Un frase lo cambió. Y me duele, y me alivia a la vez. Es contradictorio. Somos el uno para el otro o quizá jamás ese fue nuestro camino.
Te hablo. Silencio. Me hablas. Te echo de menos.

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 ¿Puede alguien sentir la necesidad de dar su amor a otra persona? ¿Puede ese alguien tener tanto amor en su interior que le esté haciendo daño, que le consuma, que sienta que algo tan dulce le está dejando amargura?
Puede que el amor no siempre sea de color de rosa...

El victimismo no es el disfraz que mejor te sienta

Siento no poder sentirme culpable por no sentir lástima de ti y tus problemas... sencillamente creo que no eres la única que los sufre. 

2 parte

Tan solo faltaban cuatro días para su partida, cuando el Rey Henry hizo llamar a su hija:

-        ¿Qué ocurre, Elizabeth? Hace días que no te veo sonreír..

-        Padre… -La chica bajó la mirada, sabía que la conocía demasiado bien para descubrirla mintiendo-, es sólo que voy a echar de menos este lugar, nada más.

-        Es tu deber, hija. Es por el bien del reino, ¿lo comprendes, verdad? Como reyes tenemos que buscar lo mejor, aunque ello suponga irnos lejos del lugar donde hemos nacido o separarnos de nuestros hijos para siempre. No nacimos para elegir.

-        Pero no es justo, Padre. Yo quiero elegir. Elegir con quién casarme, con quién vivir… –replicó, desafiante-. No quiero acabar como madre y como vos. Sin amor, sin felicidad…

-        ¡No seas insolente, Elizabeth! Esos no son los modales para los que te hemos educado.

Elizabeth agachó la cabeza, y apretó los dientes.

-        Lo siento –se disculpó, aunque por dentro se rebelaba, negándose a renunciar a sus principios.

-        Dentro de cuatro días partirás y se celebrará esa boda. ¿Entendido?

La chica realizó una reverencia y salió de la estancia, seguida muy de cerca por Ebony, quién la miraba con tristeza «Pobre chiquilla.. ella sólo lucha por lo que quiere, pero no es su destino».

Llegó la hora de partir. Elizabeth, Ebony y el misterioso caballero de ojos azules que habían enviado a buscar a la futura nueva reina subieron al carromato. Fue una despedida corta, formal, casi sin emoción. Partieron al mediodía, calculando llegar a su destino una semana antes de que se celebrase la unión, para dar tiempo a la futura reina a conocer un poco las tierras. El viaje duraría aproximadamente un mes, si todo salía bien. Ya no había vuelta atrás.

     Elizabeth miraba de reojo a su acompañante. Había algo en aquel chico que la atraía y la fascinaba. Quizá el misterio de sus ojos azules, o la calidez de esa sonrisa que siempre la dedicaba. No estaba segura, pero lo que si sabía con total claridad es que ya no sería capaz de apartar su mirada de él.

Apenas habían pasado dos semanas desde su partida, pero Elizabeth y Matthew cada vez pasaban más tiempo juntos. Ebony notaba como se miraban, de una forma especial, como si nadie más existiera en el mundo, es más, como si la otra persona fuera el mundo entero. Y eso la asustaba pues sabía que no podía significar nada bueno, así que, aquella misma noche en la habitación de la posada donde había hecho su parada aprovechó:

-        Señora.. –comenzó- ¿Tiene algo que decirme?

-        No, ¿Por qué lo preguntas, Ebony?

-        Lleva toda la semana con ese caballero, hablando, riendo… ¿Ha olvidado cuál es el motivo de este viaje tan pronto?

-        ¡Oh!... Así que es por eso…- Elizabeth miró a Ebony con cariño. La conocía demasiado bien, a ella no podría engañarla, pero qué iba a contarle, ¿Qué nunca se había sentido así de bien en compañía de un hombre? ¿Qué pasaba los días hablando y las noches pensando en él? No, sabía que no podía- no tienes que preocuparte. Es divertido, nada más. ¿No pensarías que me iba a pasar todo el viaje callada?

Ebony la miró con desaprobación, pero no siguió preguntando. Elizabeth suspiró, y se acostó en la cama. Sólo quería que la noche pasase pronto para que llegase la hora de volver a estar con él.

                                                                                                               ...continuará

aún por determinar

Ella lo sabía. En realidad lo supo nada más cruzar su mirada con la de él. Pero también comprendió que no podrían evitarlo. Dolería, aunque sería lo más bonito que podrían vivir.

Era una tarde soleada, como muchas otras. Se respiraba en el aire el comienzo de la primavera, la llegada del buen tiempo. Los días comenzarían a alargar sus horas, las noches serían un poco menos oscuras, y el jardín de palacio resplandecía como nunca. Pero había una sonrisa que ni el más soleado día conseguía iluminar.

Elizabeth paseaba por los jardines, seguida muy de cerca de su dama de compañía, quien la miraba con una pregunta muda pintada en sus cansados ojos pardos. Hacía días que veía a su señora melancólica, ausente, más pensativa de lo habitual. No se atrevía a preguntar, por miedo a ser indecorosa, pero Elizabeth paró su paseo y se giró hacia ella:

-        Dime Ebony, ¿Es justo que yo sea el pago de las alianzas de mi padre?

-        Señora… yo… -Ebony la miraba entristecida, ¿Acaso podía alguien como ella opinar sobre algo así?-, si su padre así lo desea, debe cumplir con ello. Es su deber como princesa.

-        ¡Estoy tan cansada del deber! ¿Y mis deseos?

-        Os están vedados, no son para vos. Naciste con la sangre azul, y las personas de sangre azul no desean.

Elizabeth reprimió una lágrima y sonrió a Ebony. Luego dio media vuelta y entró en palacio. No podía soportar la idea de cuál era su futuro, elegido por otros, ni siquiera su presente y odiaba su pasado, por haber nacido en aquel palacio, condenándola a pertenecer a un linaje de reyes. Pero sabía que es lo que tenía que hacer, que su opinión no servía de nada. Por ser hija, por ser mujer. Cómo odiaba eso. ¿Acaso las mujeres no sentían, no pensaban, igual que los hombres? ¿Por qué entonces se las daba un trato inferior, distinto?

                                                                                                                       ...continuará.

luchando por tus sueños

- ¿Y eso dónde ocurre exactamente? ¿en el mundo en el que vives o en el mundo con el que sueñas? ¡Despierta de una vez! ...y vive, vive lo que tienes aquí y ahora.
- al menos yo no he perdido la capacidad de imaginar -contraatacó-, y eso me coloca más cerca que tú de realizar ese sueño.

choose

«Puedes elegir el camino correcto... o el camino fácil.»